“Los espejos se emplean para verse la cara; el arte para verse el alma.”
Bernard Shaw.
En tanto que somos seres humanos, todos buscamos la autorrealización como decía Maslow. Esa autorrealización no es más que encontrar lo que nos gusta para dedicar nuestra vida a ello. ¿Cómo descubrimos eso? El arte es un medio, dice Shaw. ¿Y qué tiene que ver eso con el diseño o con los manuscritos sagrados?
Para responder a esa pregunta, vayamos a la Europa previa a 1450. Hace poco, los tipos móviles creados por Gutenberg ya comienzan a usarse. La Vulgata Latina, más conocida como la Biblia de Gutenberg, hace su aparición en Europa para sorpresa de todos y disfrute nuestro.
Para la confección de estos libros sagrados había tres responsables al menos: los scrittori, el copisti y el ilustrador. Estos eran los roles principales en la creación de tales libros. Hay muchas características comunes entre estos manuscritos, pero hay algo que resaltar por encima de las demás propiedades: el toque dorado del filo de las hojas.
Incluso después de la llegada de los tipos móviles de Gutenberg, esta práctica se mantuvo y aún hoy día podemos ver versiones de la Biblia con una decoración que recuerda al oro en el filo de las hojas.
Como sea, cuando el sol pegaba en las hojas, le sacaba tales brillos que parecía que el libro estuviese iluminado, que Dios lo bañara de luz y lo convirtiera en algo sagrado. Por eso, se conocen como manuscritos iluminados o sagrados a todos los libros hechos a mano desde la caída del Imperio Romano en el 476 y hasta 1450 cuando apareció la Vulgata Latina impresa con tipos móviles.
Por supuesto, los cristianos no fueron los únicos en mostrar devoción por la Palabra de Dios. También los celtas, los romanos, los góticos, los judíos, los musulmanes y así. Si tenían un libro sagrado, lo más seguro es que haya sido embellecido con las técnicas de la época. Veamos un poco de cada uno de estos estilos que nos han legado al diseño como manuscritos sagrados.
Diferentes estilos de los manuscritos sagrados
Quizá los diseños más icónicos provengan del cristianismo, judaísmo e islamismo por el celo y devoción que suelen mostrar sus feligreses. Por esta y otras razones tenemos más ejemplos de manuscritos sagrados de estas tres religiones.
En todo caso, crear un libro como este sin el sistema de impresión de Gutenberg es tanto como hablar de artesanía. Los materiales no estaban a la mano, había que trabajarlos. Algunos de estos materiales eran tan exóticos que su uso mostraba diferencias sociales.
En general, estos eran los materiales que empleaban:
- Pergamino o vitela: esto servía de papel para hacer los códices (libros tal cual como los conocemos hoy). Ambos se tomaban de las ovejas, el primero de menor calidad y el segundo reservado para los mejores usos. Para crear un libro se necesitaban cerca de 300 ovejas…
- Tinta negra: la obtenían del hollín de fino o del carboncillo.
- Tinta roja: la conseguían mezclando tiza roja con goma y agua; a falta de tiza, usaban sangre.
- Tinta marrón: era hecha con sulfato de hierro y las bolas que se forman en el roble por acción de una larva.
- Tinta azul: quizá la tinta más onerosa de todas pues provenía de un mineral precioso ubicado en Afganistán, se trata del lapislázuli. Tan usado fue que incluso se ha encontrado en monasterios ubicados en Irlanda.
- Oro o plata: dependiendo del efecto buscado, pulverizaban el oro o la plata y la aplicaban sobre alguna solución para que el polvo se adheriera sin problemas.
- Madera y cuero: principalmente se usaban dos planchas de madera para la portada que luego forraban con cuero.
- Joyas y metales de decoración: el lujo aplicado aquí dependía de quién fuese a usar el libro. Usualmente se colocaban joyas en la portada, con delicados trabajos hechos en oro o plata. También se podían ver algunos libros con trabajos delicados hechos sobre la madera.
Como ves, antes era muy complicado hacer un libro. Esa es la razón de que fuesen escasos y con altos precios, sin mencionar todas las florituras que le agregaban para embellecerlo, desde la apariencia externa hasta la composición de imágenes con texto en el interior del libro.
Hablemos ahora de algunos estilos que destacaron en la época.
El estilo clásico
Se conoce como estilo clásico al estilo que nos legaron los griegos y los romanos. Muchos de los aportes que hicieron se perdieron con la Biblioteca de Alejandría. Una de las pocas referencias que nos quedan de ese tiempo es el Libro de los muertos.
Gracias a los rollos hechos con papiro encontrados pudimos enterarnos de que ellos mezclaban texto y pequeñas imágenes de forma tal que recuerdan mucho a los comics actuales.
Ahora bien, la llegada del pergamino le puso fin a eso y abrió una nueva era para la confección de libros y la forma en que se hacían. Fue así como surgieron los códices, que son los que, a su vez, dieron origen a los libros modernos.
Siguiendo con el estilo clásico, uno de los libros que tal vez representa mejor esta época es el Vergilius Vaticanus, un libro con fragmentos de la Eneida y las Geórgicas, poemas ambos escritos por el grande de Virgilio.
En este libro se nota un enfoque consistente desde el diseño. Todo el texto está escrito en mayúsculas sencillas y ocupaban una columna completa. Por su parte, las ilustraciones se realizaban a dos colores, principalmente rojo, y ocupaban la otra columna disponible. No obstante, hay páginas con ilustraciones que ocupan todo el espacio. Los nombres de las figuras que representan aparecen arriba, lo que recuerda a las caricaturas actuales.
Este libro es completamente romano. Aun así, su concepción y ejecución es pagana. Las letras son eminentemente romanas y las ilustraciones imitan los ricos colores y el aire ilusionista de los frescos preservados de Pompeya.
Tal método pictórico e histórico de realizar libros, tan similar al estilo empleado en la pintura durante el cenit de Roma, combinado con letras simples, representa lo que se conoce como estilo clásico.
Desde la caída de Roma en el 476 hasta mediados del siglo XV, e incluso bien adentrados en el siglo XVI, los manuscritos sagrados vieron luz en una época considerada oscura y de retroceso, hablamos de la Edad Media.
En fin, las técnicas empleadas en la creación de manuscritos sagrados permitieron la evolución de la escritura y sirvió de piso a la tipografía.
El diseño celta en libros
La creatividad y la guerra son los peores enemigos. El desarrollo de los manuscritos sagradas en la comunidad celta de Irlanda es una muestra de ello. Mientras los vikingos estaban asediando Europa, quienes hacían vida en Irlanda disfrutaron de mucha paz.
Gracias a ello, hoy en día podemos disfrutar del diseño empleado en la confección de los libros creados allí. Hay tres de ellos que resaltan sobre los demás:

Para describir el diseño empleado basta decir que este diseño céltico era abstracto y extremadamente complejo. Consta de patrones geométricos que se entretejen para llenar el espacio con texturas visuales gruesas y brillantes colores que se usan casi en yuxtaposición.

Esta tradición celta de crear patrones intrincados y altamente abstractos fue empleada en los escritorios monásticos, y así un nuevo concepto e imagen de lo que representa un libro surgió de los confines de la cultura celta.

La renovación del estilo carolingio
Ahora bien, los celtas de Irlanda no vivieron felices por siempre. La guerra los tocó y toda la rica tradición amasada se fue al caño. De hecho, el libro de Kell se tuvo que terminar en otro lugar lejos de la guerra, una vez que los vikingos llegaran a Irlanda en 795.
Después de este incidente, hay una pausa en la producción de libros sagrados. Dicha pausa culmina con la consolidación de los francos de la mano de Carlomagno. Esto en virtud de que se estableció un edicto real en 789 para estandarizar la forma en que se escribía e ilustraba.
De allí nació una escuela iniciada por Alcuin de York. Muchos escribas fueron empleados para crear manuscritos sagrados. Luego, tanto dichos manuscritos como los escribas fueron repartidos por toda Europa.
¿Qué se intentó estandarizar? El diseño general de la página, el estilo de escritura, y las decoraciones que acompañaban al texto. Eso sí, hubo un gran éxito en reformar el alfabeto. Se tomó como modelo la forma antigua de escribir, y se combinó con algunas innovaciones de los celtas como el uso de 4 líneas para guiarse, los ascendentes y descendentes. El resultado fue una letra llamada minúscula carolingia que, por cierto, es la predecesora de nuestras minúsculas.
El libro más icónico del estilo carolingio es Los evangelios de la coronación de Viena. Este manuscrito fue producido y diseñado en la corte de Carlomagno a finales del siglo VIII. Las letras iniciales conservan ese aire romano y el texto es similar al utilizado en la zona insular de Irlanda, una clara influencia de los celtas.

Eso sí, no se sabe si el libro fue hecho por escribas de Italia, Grecia o Constantinopla. Lo que sí sabemos es que comprendieron muy bien el arte de las letras y la ilustración del estilo clásico.
Expresionismo pictórico español
Aislados, por las montañas, de todo ese asunto que ocurría en Europa, estaban los de la península Ibérica , pero no por mucho tiempo. En el año 711 recibieron la visita de la armada de los moros bajo el mando del gobernador árabe Tangier.
Como ocurre en todas las situaciones similares a esta, hubo una mezcolanza de costumbres y hábitos. Toda esa riqueza cultural de los árabes impregnó los manuscritos cristianos de los españoles. De esta manera, formas planas de intenso color eran usadas. A veces, eran decorados con estrellas, rosetones, polígonos o guirnaldas y con colores de gran contraste a nivel óptico.
Otro aspecto a resaltar de los manuscritos sagrados, dentro del expresionismo pictórico español, es el uso de animales totémicos venidos desde el norte de África, los alrededores de Persia (Irán) y la antigua Mesopotamia.
También usaban marcos decorativos, para la mayoría de las ilustraciones, con patrones intrincados que evocaban los diseños geométricos de ricos colores aplicados a la arquitectura de los moros en baldosas y decoraciones modeladas y cinceladas.
Uno de los trabajos más icónicos de este estilo es el hecho en el libro Comentarios de Beato sobre el apocalipsis de San Juan El Divino. Este manuscrito fue extensamente leído y todavía puede ser comprado en la web. Todo comienza con el monje Beato de Liébana (730 – 798) quien escribe su interpretación del apocalipsis acompañado de imágenes impactantes.
Los artistas gráficos le dieron forma al miedo que produce el fin del mundo por medio de numerosas copias del libro hechas a mano. Estas fueron distribuidas desde el norte de España hasta el último rincón del país. El libro fue y sigue siendo todo un éxito.
¿Por qué? Porque combina toda la tradición cristiana del fin del mundo con la influencia que hicieran los moros sobre el diseño en España. Por supuesto, este éxito dio pie a nuevos códices de este estilo y el resultado es lo que conocemos como “Códices Beatos”.
Manuscritos románicos y góticos
Volviendo otra vez a Europa, toda la influencia carolingia llegó tarde a España, el periodo románico (1000 – 1150) se caracteriza por un renovado fervor religioso y el afianzamiento del sistema feudalista. Es durante estos años que se realizan las cruzadas, un gran momento para producir biblias, evangelios y salterios (el libro o fragmentos del libro de los Salmos).
Además, las cruzadas permitieron que hubiese interacción con varias partes de Europa. Tal vez sea la primera vez en mucho tiempo que puede hablarse de una cultura de diseño universal.
El románico se caracteriza por una evolución desde el renacimiento ilusionista presente en el estilo carolingio hacia un nuevo énfasis en el dibujo lineal y a dar preponderancia al diseño en general sobre cualquier figura o elemento particular dentro de la página.
Luego del románico, tenemos un período de transición hacia el Renacimiento conocido como gótico. Durante este momento, todo comienza a volver a su cauce aunque con la nueva realidad de que Roma ya no es imperio. Esto creó las condiciones necesarias para la producción de libros.
Estamos cerca de 1200 y las universidades comienzan a surgir. Con ello aumenta la demanda de libros. Todos querían aprender, compartir y discutir. ¿Y de qué se hablaba en ese entonces principalmente? De cuestiones religiosas y su relación con la vida diaria. Simplemente era el momento adecuado en el lugar adecuado.
Por mencionar un par de libros importantes de esta época, hay que hablar de las Epístolas de Pablo y el Douce Apocalipsis.
Manuscritos judaicos
¿Recuerdas que al hablar de los celtas mencionamos que la guerra es enemiga de la creatividad? Aunque la historia de los judíos se desarrolla más en la diáspora que en otro lugar, no significa esto que los judíos no hubiesen realizado aportes cuando de manuscritos sagrados se habla.
Los manuscritos judaicos elaborados durante la Edad Media son tesoros del diseño gráfico. Aunque evitan cierto tipo de representaciones, las decoraciones estuvieron presentes bien por motivos educacionales o para adornar objetos religiosos; los manuscritos sagrados no eran la excepción. Tales decoraciones eran consideradas como una forma de mostrar reverencia y respeto a los objetos y textos sagrados.
Muchos de los más finos manuscritos judaicos son hagadá, materiales con las enseñanzas religiosas judaicas así como relatos históricos y proverbios, especialmente la saga del éxodo de los judíos desde Egipto.
En la elaboración de estos manuscritos, las palabras tienen mayor relevancia que las imágenes; tan así que sólo tienen un rol de soporte y van al margen de la página. Eso sí, se aseguraron de dejar suficiente espacio para contar con imágenes lo que se está contando con palabras.
Los manuscritos judaicos son bastante raros por la dificultad de los judíos de asentarse en un lugar. No obstante, las copias que nos quedaron muestran mucha erudición, ilustraciones meticulosas y una hermosa caligrafía.
Manuscritos islámicos
Hablar de manuscritos islámicos es hablar del Corán. Este es el principal libro sagrado del Islam. En él se recogen las enseñanzas del profeta Mahoma que han sido compartidas tanto al norte de África como en el sur del mar Báltico, desde la parte este de la costa atlántica de África hasta Indonesia.
Todo esto daba la oportunidad de crear diversas versiones del Corán. Hay de todos los colores y gustos, desde una versión de bolsillo hasta una versión imperial lujosamente decorada.
También ayudó mucho el hecho de que el profeta le pidiera a sus seguidores que aprendieran a leer y escribir. Además, es importante mencionar que la caligrafía se convirtió en algo importante para la religión y el gobierno; esa es la razón por la cual el árabe se escribe conectando la mayoría de letras, es decir, de forma caligráfica.
Naturalmente, así se crearon las condiciones mínimas para que el amor por los libros permeara en toda la cultura islámica. Muestra de ello es el tamaño de las bibliotecas y que la producción de manuscritos en el mundo árabe supera con creces la europea.
Incluso, desde el siglo VIII hasta el siglo XV estuvieron solos en el mundo científico porque Europa estaba pasando dificultades (las inherentes a la Edad Media). Para muestra de la producción literaria en el mundo árabe, hoy tenemos de legado más de 10 mil manuscritos científicos de esta época.
Volviendo a los manuscritos sagrados del Islam, estos se caracterizan por tener imágenes en miniatura probablemente incorporadas en los textos persas (iraníes) antes del año 1000. Gustaron tanto que se convirtieron en una parte fundamental de cualquier libro sagrado.
Toda esta influencia persa pasó al Imperio Otomano. Este imperio fue fundado por tribus persas quienes conquistaron Constantinopla en 1453 y duró alrededor de 400 años. También influyeron los persas en los Mogoles, musulmanes de Turquía, Mongolia y Persia; ellos conquistaron la India desde 1526 hasta 1857.
¿Cómo eran los manuscritos sagrados en el Islam? Lo principal es la caligrafía contenida en intrincados paneles decorados con plantas, aves y otros animales. ¿Y el espacio negativo? Los árabes lo comprendieron bastante bien: llenaban el espacio entre líneas con polvo dorado y hasta lograban figuras.
Siguiendo con la descripción, tanto el texto como las ilustraciones estaban dispuestas a través del uso de múltiples líneas y eran rodeados por decoraciones complejas que iban desde arreglos florales arabescos hasta patrones repetitivos y estructuras geométricas.

Dado la gran cantidad de trabajo puesto en los manuscritos sagrados islámicos, hoy día tenemos diferentes tradiciones dentro del diseño con numerosas escuelas, influencias y planteamientos estéticos.
¿De dónde viene tanta riqueza creativa? De la proximidad geográfica con Asia en el este y Europa en Occidente ya que permitió una asimilación de ideas de diseño de otras culturas. Durante más de mil años los manuscritos islámicos mantuvieron tradiciones de excelencia artística, y la producción continuó mucho después de que la impresión tipográfica reemplazara por completo a los libros manuscritos en otros lugares.
Sin duda, hay mucho para revisar del diseño árabe.
Manuscritos de la Alta Edad Media
Ya cercanos al fin de la Edad Media, los manuscritos sagrados consiguen su máximo auge. Durante la época de transición hacia la Europa renacentista muchos de estos manuscritos fueron creados para uso privado.
Un buen ejemplo es el Libro de las horas a inicios de 1400. Este libro contiene oraciones, lecturas religiosas para cada hora del día y un calendario con los santos más importantes.
Además de este libro, hay otro manuscrito de gran importancia que no podemos dejar de mencionar: Les très riches heures. Este libro fue desarrollado por el scriptorium privado de Jean duc de Berry llamado Los hermanos Limbourg. Hay tantas cosas que decir de esto que podría dar para un artículo que hable exclusivamente del trabajo de diseño gráfico que realizaron a través de este scriptorium.
En fin, hablemos un poco sobre el estilo en esta época. Aquí se ve que la tendencia gótica hacia la abstracción y la presentación estilizada se invirtió en busca de un realismo convincente. Se utilizó la perspectiva atmosférica para empujar planos y volúmenes al espacio profundo, y se hizo un esfuerzo constante para lograr una perspectiva lineal.
Los excepcionales dones de observación de los Limbourg combinados con una notable habilidad en la pintura les permitieron impulsar el diseño de libros iluminados y la ilustración a su cenit. Su trabajo transmite un fuerte sentido de masa y volumen; en algunas ilustraciones, las luces y las sombras proyectadas son creadas por una sola fuente de luz. En verdad su trabajo es impecable y hermoso.
¿Hasta dónde llegaron los manuscritos sagrados? Estos se siguieron produciendo incluso empezado el siglo XVI. No obstante, los tipos móviles de Gutenberg y la impresión de la Vulgata Latina con tipos móviles de metal marcaron una nueva era en la creación de libros: se pasó del manuscrito a la impresión con tipos móviles, así nació la tipografía.
En conclusión…
Los manuscritos sagrados son un período importante para el diseño y para el disfrute de los amantes de los libros. Los puntos clave a tomar en cuenta de todo lo dicho es lo siguiente:
- Elaborar estos manuscritos requería de mucha experticia y habilidad con las manualidades y el arte en general. Tanto el pergamino, especialmente la vitela, como las tintas tenían un alto precio lo que hacía de los libros un artículo de lujo.
- La cultura celta permeó en nuestra cultura gracias a los misioneros en Irlanda y el trabajo que hicieran allí con los manuscritos sagrados.
- El estilo carolingio permitió la estandarización del uso de letras e ilustraciones. También nos legaron los unciales y semiunciales, un prototipo de las letras minúsculas.
- El edicto real establecido por Carlomagno y la escuela de Alcuin formaron escribas y produjeron muchos manuscritos repartidos por Europa.
- El arte árabe llegó a España trayendo consigo el totemismo y la técnica artística empleada en las baldosas comunes a la arquitectura de los moros.
- El expresionismo español nos trajo la tradición de los manuscritos beatos.
- Los manuscritos románicos y góticos pintan el auge y ocaso de los manuscritos sagrados.
- Los manuscritos judíos están representados por los hagadá y es el de Mainz el más popular porque es usado en la educación.
- Los árabes aportaron muchísimo en el diseño de manuscritos sagrados; hay múltiples versiones del Corán gracias a esto.
- El scriptorium de los hermanos Limbourg creó manuscritos excepcionales que representan la máxima expresión de los manuscritos sagrados.
Eso es todo por ahora. ¡Gracias por leer!