El tiempo es demasiado lento para los que esperan, demasiado rápido para los que temen, demasiado largo para los que sufren, demasiado corto para los que se alegran, pero para los que aman, el tiempo es la eternidad.
Henry Van Dyke.
Desde que tenemos uso de consciencia, el tiempo nos acompaña siempre. Podría decirse que toda nuestra vida está marcada por el transcurso del tiempo. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, estamos pendientes de su transcurso y planificamos guiándonos por los antes, los ahoras y los después.
Todo esto nos hace ver el tiempo como algo ajeno a nosotros, como algo objetivo. No obstante, las más recientes investigaciones en el campo de la física cuántica están cuestionando la concepción que siempre hemos tenido sobre el tiempo. ¿En verdad es algo externo o, más bien, depende de nuestra percepción como sugiere Henry van Dyke?
Veamos lo que nos dicen los griegos al respecto para entender mejor lo que nos comenta van Dyke y comprender cómo se relaciona esto con el proceso creativo y las agencias de diseño boutique.
El tiempo según los griegos
¿Cómo explicas algo complejo y abstracto? Los griegos apostaron al uso de los símbolos. Seguro que has escuchado la expresión “una imagen dice más que mil palabras”, ¿no? Pues aplica muy bien en este caso.
Para los griegos, el tiempo se concebía de tres formas:
- Chrónos o el tiempo medible.
- Aión o la eternidad.
- Kairós o el tiempo oportuno.
Cada uno de estos conceptos es representado con un dios de la mitología griega. Quizá el más conocido sea Chrónos gracias al mito que cuenta sobre sus intenciones de devorar a Zeus y sus hermanos.
Como él es el más popular de los tres, empecemos por describirle y, luego, haremos lo propio con Aión y con Kairós.
Chrónos, el devorador del tiempo
Hay otro dicho que vale la pena compartir aquí. Este dicho dice así “Cada ladrón juzga por su condición”. Lo mencionamos porque aplica muy bien a Chrónos. Sucede que, con la ayuda de su madre, Gea, y por la ambición del poder que su padre, Urano, detentaba, se vio resuelto a destronarlo usando la hoz que su propia madre había creado.
Él, por miedo a que uno de sus hijos le destronara tal cual como él había hecho con su padre, decidió engullirlos a todos. No obstante, Zeus, ayudado por Gea y su madre Rea, logró escapar y, cuando le fue posible, liberó a sus hermanos usando un brebaje para que Chrónos los vomitara.
Chrónos es, entonces, el que castra, porque castró a su padre con la hoz, y también es el que devora. Por eso es relacionado siempre con la oscuridad, con la muerte, con lo que ocurre y acontece, pues su paso devora y castra incluso al tiempo. Chrónos, pues, representa el tiempo que transcurre, el que medimos, es el tiempo del reloj o del cronómetro (medida del tiempo).
Aión, el joven anciano
De los tres, puede que Aión sea el más misterioso y el más difícil de comprender. Como es considerado el principio y el fin, no hay muchos mitos que cuenten sobre su naturaleza o nos permita hacernos una idea de él como pasa con Chrónos.
No obstante, sabemos algunas de sus características por los escritos realizados por el filósofo Heráclito y por los dioses con los que se le relaciona, principalmente con Chrónos. Bien se dice que él es una imagen de Aión. Es decir, Chrónos es la imagen móvil de Aión.
Él es el tiempo eterno que no puede ser medido en comparación con Chrónos que sí se mide. Aión es el eterno presente que nace y retorna, pero nunca muere. En ese sentido, Aión es fuerza vital, es duración, es la inmanencia, es el tiempo perfecto. De ahí que su símbolo sea el círculo o el ouróboros, la serpiente que se muerde la cola. Por eso se le llama el joven anciano.
Kairós, la desmesura del momento adecuado
La otra forma que tienen los griegos de entender el tiempo es Kairós. En la mitología se le representa como un adolescente de pies alados, como ocurre con Hermes, lo que nos da la idea de que llega y se va de manera rápida.
Además, sus padres nos dan otra idea de él: es hijo de Zeus, quien es hijo de Chrónos, y su madre es Tyche, la diosa de la fortuna, es decir, se encuentra entre el tiempo y la suerte. ¡Nada más fugaz e inaprensible!
¿Cómo se relaciona con las otras dos concepciones del tiempo? Tanto como que Kairós representa una especie de irrupción entre Chrónos y Aión. Es un pedacito de eternidad (Aión) en el presente (Chrónos) donde nos entregamos en cuerpo y alma a lo que hacemos.
Kairós requiere un estado de cosas en el cual estemos en disposición para vivir lo que se nos cierne encima. Así que, se trata de un asunto de oportunidad, de ubicar el momento adecuado para conectar nuestras energías con nuestro contexto, de recibir inspiración. Por esto es que es muy apreciado por los que se dedican al proceso creativo.
Kairós y el proceso creativo
Para resumir lo que hemos dicho hasta ahora sobre el tiempo, digamos que vivimos en una fracción del eterno-presente (Aión) que medimos para planificar nuestras actividades diarias (Chrónos). En medio de este estado de cosas, nos ocurre a veces que encontramos el momento adecuado (Kairós) para realizar una acción de manera oportuna.
Veamos dos ejemplos para ilustrar mejor a Kairós. Imagina que eres un médico quien debe dar una terrible noticia a un paciente y sus familiares. No solo se trata de encontrar la disposición mental para poder contarles sino de conectar con sus emociones para hacerlo de la mejor manera posible.
Más ejemplos como este son fáciles de encontrar en el mundo del arte y de la creatividad. ¿Por qué? Pues, veamos el otro ejemplo para hacernos una idea. Imagina ahora que tienes a tu disposición un atril y diferentes pinturas para usar como quieras y te han encomendado que transmitas la alegría que se siente al recibir los primeros rayos del sol. ¿Cómo harás para lograr esa conexión?
Ciertamente, necesitas conectar con esa energía que te permita transmitir a través del color lo que se siente cuando estamos frente a una puesta de sol. Otra vez, no se trata solo de lo que sientes cuando experimentas tal espectáculo por tu propia cuenta sino pensar en cómo lo experimentan otras personas y lograr representar tal idea común en un solo dibujo. Complejo, ¿verdad?
Dicho esto, cobra sentido que muchos, durante el proceso creativo, busquen la manera de plasmar tal conexión, de conseguir la inspiración necesaria para poder crear y dar vida a lo que está en su fuero interno y que sincronice con el contexto en el que se desenvuelve.
El proceso creativo y las agencias boutique
Ahora bien, no se crea cualquier cosa sino que lo creado tiene que ser útil a alguien, ya sea para el creador o para los que usarán la creación. ¿Cómo ocurre el proceso creativo?
Hay muchas teorías al respecto y no es la idea traerlas todas acá para discutir. No obstante, parece conveniente poner la atención en Kris Ernst y su concepto de regresión al servicio del yo o “regresión funcional”.
Según lo planteado por Kris, el proceso creativo queda controlado por nosotros mismos. En contraste con esta disposición mental, está lo que se conoce como “regresión genética” (como la neurosis) en la cual no tenemos control.
El punto de traer esta idea a nuestra conversación es mostrar que el proceso creativo también es una consecuencia de una búsqueda consciente de la oportunidad para conectar nuestras ideas con las de nuestro contexto, es decir, conseguir la inspiración o asir a Kairós.
¿Y qué tiene que ver todo esto con las agencias boutique? Antes de responder esa pregunta, definamos el concepto. Una agencia de diseño boutique es una agencia pequeña que se especializa en ciertas actividades que ofrece a una pequeña lista de clientes.
¿Cuál es la diferencia con las agencias de diseño grandes? Principalmente, que pueden adaptarse a cada cliente y, por tener un equipo pequeño, es posible coordinar el trabajo de modo tal que hace innecesaria la jerarquía como ocurre en las agencias grandes. Además, es común que los mismos creadores sean quienes tratan con los clientes para recoger sus necesidades.
De esta forma, el proceso creativo no es obstruido por la burocracia y las viejas prácticas que se suelen ver en organizaciones con una estructura compleja. Así las cosas, se logra más fácilmente el cometido de todo acto creativo: servir a alguien.
¿Cómo funciona una agencia boutique?
En líneas generales, podemos decir que usamos una metodología flexible que nos permite adaptar el trabajo a las formas de cada cliente. Si se quiere, podría resumirse tal metodología en cinco etapas:
- Elaboración de la estrategia.
- Planteamiento del alcance del trabajo.
- Delimitación de la estructura del proceso.
- Levantamiento del esqueleto del proceso creativo.
- Ejecución del diseño.
Una nueva mirada a la cita de Henry van Dyke
Con todo lo que hemos conversado, ahora es posible darle otra mirada a lo dicho por van Dyke. La percepción del tiempo depende de nosotros, de nuestras emociones.
Será lento, rápido, largo o corto según cómo nos sintamos. Pero es eterno cuando amamos, cuando estamos entregados a una pasión, cuando damos nuestro aliento y nuestra energía a lo que nos gusta, cuando dejamos que Kairós nos visite.
¡Gracias por leer!
